Sangrado Uternino Anormal

El sangrado transvaginal anormal es una preocupación frecuente entre las mujeres y puede tener múltiples causas, desde desequilibrios hormonales hasta condiciones más serias como fibromas, pólipos o incluso cáncer. En algunos casos, cuando otros tratamientos no son efectivos, una histerectomía puede ser una opción para resolver el problema.

¿Qué es el sangrado transvaginal anormal?

Se considera anormal cualquier sangrado que ocurra fuera del ciclo menstrual, sea más abundante de lo habitual, dure más días o se presente después de la menopausia. Algunas de sus causas más comunes incluyen:

• Desequilibrios hormonales: especialmente en la adolescencia o perimenopausia.
• Fibromas uterinos: tumores benignos que pueden provocar sangrados abundantes.
• Pólipos endometriales: crecimientos en el revestimiento del útero.
• Endometriosis o adenomiosis: condiciones en las que el tejido endometrial crece fuera del útero o dentro de la pared uterina.
• Cáncer de útero o cérvix: especialmente en mujeres posmenopáusicas.

¿Cuándo se recomienda la histerectomía?

La histerectomía es la extirpación del útero y puede ser recomendada cuando:

• Los tratamientos médicos y hormonales no han controlado el sangrado.
• Hay una enfermedad subyacente grave, como cáncer.
• Existen fibromas grandes o múltiples que afectan la calidad de vida.
• Se presentan otras condiciones como endometriosis severa o prolapso uterino.

Tipos de histerectomía

Dependiendo del problema y la extensión de la cirugía necesaria, existen diferentes tipos de histerectomía:

• Total: extirpación completa del útero y el cuello uterino.
• Subtotal (supracervical): se retira el útero, pero se deja el cuello uterino.
• Radical: incluye la extirpación del útero, cuello uterino, parte de la vagina y tejidos cercanos (usualmente en casos de cáncer).

Beneficios de la histerectomía laparoscópica

La histerectomía laparoscópica es una técnica mínimamente invasiva con múltiples ventajas sobre la cirugía abierta tradicional, entre ellas:

• Menor tiempo de recuperación: la mayoría de las pacientes pueden retomar sus actividades diarias en pocas semanas.
• Menos dolor postoperatorio: debido a incisiones más pequeñas.
• Menor riesgo de infección y complicaciones: gracias a la mínima manipulación de los tejidos.
• Menor cicatrización visible: las incisiones son pequeñas y menos notorias.
• Estancia hospitalaria más corta: en muchos casos, la paciente puede regresar a casa el mismo día o en 24 horas.